Una de las cosas que me había propuesto estos días era leerme esos libros de prestado. Cuando al final me decidí por Paper Girls flipé con todo el tiempo que los había tenido delante y no les había hecho caso (a pesar de los bonitas que me parecen sus portadas). Antes de nada, os pongo en contexto: esta historia comienza con cuatro chicas que reparten periódicos en Stony Stream. Una mañana, después de la noche de Halloween del 88, las protagonistas se ven envueltas en medio de una serie de acontecimientos que escapan a su control, metiéndose de lleno en la «Guerra de las Edades».

Una vez planteada la premisa vamos a lo que os quería contar: ¡MENUDA FLIPADA DE COLORES! En este caso es el colorista Matt Wilson el encargado de hacer vibrar cada página. Su buen trabajo aquí es evidente porque el color aporta gran parte de la identidad y la personalidad de la publicación, complementandose a la perfección con el guión y el dibujo.
Una de sus habilidades es la de conducir al lector a través del tiempo, literalmente. No hace falta leer para poder percibir perfectamente la atmósfera que envuelve a los personajes.
Por lo general utiliza una paleta de colores donde abundan los tonos pastel. No es una paleta muy extensa dentro de la propia viñeta, o por decirlo de algún modo, dentro de la secuencia de acción. Aunque a lo largo del cómic si que vamos a poder disfrutar de una evolución del color, no es un elemento estático, ya que se va a ir adecuando al tono de la historia, utilizando a la perfección su valor expresivo y simbólico.

Para mi una de las mejores cosas de este cómic es que el color se va adaptando perfectamente a las horas del día. El mejor ejemplo es cuando explota el color en los momentos de transición del día, el atardecer y el amanecer (hora dorada y hora azul). La paleta se llena de tonos azulados, rosados y violáceos, con algún destello cálido, que inundan la escena y lo envuelven todo de misterio.

Lo último que me gustaría destacar es el uso del color en la portada de algunos de los números. El colorista se toma la licencia de colorear las líneas del contorno del dibujo, el color negro del entintado en muchos casos desaparece y el resultado es una imagen que adquiere un valor estético muy elevado. (Por otro lado están las portadas de la colección de tomos editados en España, su estrategia con el color es totalmente opuesta, donde se mantiene la fuerza de la línea y aún así funcionan igual de bien).
La calidad y el valor expresivo que tiene el color en este cómic es brillante. Las viñetas funcionan solas, en conjunto, las dobles páginas son agradables y bonitas y, en definitiva, la publicación adquiere un sentido de unidad donde el color forma una parte indispensable para transmitir al lector el universo donde transcurre esta peculiar historia.
Para los que tenéis ganas de más os dejo el enlace de la editorial que los ha publicado en españa: Paper Girls
También os dejo un enlace de un video sobre el color en el comic del canal de Comic Freaks!: El color en el comic