¿Por qué escribir una entrada de la Comic Sans? Pues porque a veces hay que explicar el chiste. Cuando trabajas en el mundo del diseño lo más común es que llegue un colega con una tarjeta que le han dado promocionando la hora feliz y, después de años dándole la turra, te la guarde porque está escrita en una chirriante Comic Sans amarilla sobre fondo negro y diga: «La he guardado para mi diseñadora favorita, se que te encantan (ironía) estas cosas», se ría siguiendo el eco de risas anteriores junto con la explicación de: «los diseñadores odian la Comic Sans», fin del chiste.
Joder, yo no odio la comic sans, solo odio a la gente que la usa en sus logos, fachadas, camisetas, tarjetas de BBC, placas de parque, etc, etc, etc. Es decir, cuando se usa erróneamente una tipografía simplemente por ignorancia.
Vale, la Comic Sans parece hecha con un plastidecor y estamos cansados de ella, eso tampoco ayuda de cara a la galería. Pero lo primero que se debe tener en cuenta es que esta tipografía fue creada con un objetivo muy, pero que muy, concreto y nunca se diseñó pensando en que iba a ser aplicada en soportes tan diferentes y desafortunados.

Empecemos por el principio. Son los noventa, los ordenadores invaden los hogares y los informáticos desarrollan herramientas que ayudan a los usuarios a usar de manera «sencilla» sus nuevos PCs. Otro fenómeno de los 90 son las mascotas publicitarias, animalitos simpáticos que están ahí para machacarte con su omnipresente presencia. Si unimos estos dos elementos tenemos como resultado a Microsoft Bob, un perro adorable que te iba guiando a cada paso que dabas con tu nuevo ordenador. El problema del que se percató Vincent Connare, padre de la Comic Sans y asalariado de Microsoft Corporation, es que la tipo Times New Roman que iba en los bocadillos de habla de Bob no encajaba con su tierna y didáctica personalidad. Fue entonces cuando comenzó a trabajar en la Comic Sans (nacida en 1994). Aquí viene el giro inesperado, Connare no llegó a tiempo, Bob apareció en Times y fue un fracaso. Si todo hubiera quedado ahí la Comic Sans no habría visto la luz de la pantalla y todos nosotros viviríamos un universo paralelo donde no existiría.
Lo que sucedió después es que Microsoft no dejó morir esta fuente, la incluyó en su programa Windows Movie Maker para que, poco tiempo después, apareciera dentro de las fuentes disponibles de Windows 95 y así es como una tipografía que fue creada con una estética, un fin y un uso muy concreto comenzó a globalizarse y a expandirse.
La conclusión de todo esto es que tenemos una tipografía gratuita y accesible a cualquier usuario que no tiene porque comprender que las formas de las letras tienen un sentido comunicativo que el lector detecta, en muchos casos, de manera inconsciente.

La Comic Sans sobresalía de sus otras compañeras como Tahoma o Verdana por su desenfadada personalidad, a pesar de ser excesivamente infantil. De hecho, no es de extrañar que, incluso ahora, siga siendo la letra que usan muchos alumnos de primaria para las portadas de sus trabajos. El problema no es este, porque en este caso podemos entender que es la letra con la que se sienten más cómodos y todavía están educando su inocente mirada. El problema viene cuando un adulto elige la Comic Sans de manera consciente, sólo porque le parece simpática o divertida (sentimientos que derivan directamente de su forma), sin tener en cuenta lo inapropiada que puede ser esta decisión (que en el fondo revela un poquito de mal gusto), porque, por lo general, la esencia de esta tipografía de preescolar casi nunca, por no decir nunca, es acorde al mensaje que aparece escrito. Hay una disonancia entre el continente y el contenido y se genera un mensaje contradictorio. Siendo esta la verdadera causa del malestar de los diseñadores.

Recuperado de: https://theconversation.com/comic-sans-gets-neue-lease-of-life-but-it-may-end-in-tragedy-25558
Y esta es la verdadera explicación del chiste, nos pone tristes ver la Comic Sans porque enseguida sabemos que han preferido no contratar a un diseñador, pero aun así nos seguimos tomando la vida con buen humor.

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No todo es malo en Comic Sans: Comic Sans tiene sus ventajas
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